Erase una vez un príncipe y una princesa
que vivían en un planeta muy, muy lejano.
Tenían mucho calor y no tenían casa ni
castillo. Tampoco tenían dinero ni ropa.
Pero en ese planeta vivía un pastor que
ayudó al príncipe y a la princesa. Les dio agua, comida, ropa, dinero, calzado,
calcetines, medias, pendientes, peines, champú, zapatillas con tacones, y una
casa con camas, ducha, con wáter y bidé.
También el pastor les regaló un burro y
una carroza con caballos.
Les regaló caballos, plantas, flores y
una regadera para regarlas.
También les regaló una freidora para
hacer la comida.
Y el pastor les regaló un perro para que
vigile la casa.
Y todos fueron felices y comieron
perdices.
Alumnos
y alumnas de 1º